viernes, 14 de noviembre de 2014









Entrevista a Ángel Campos Martín-Mora por

 

Ana Noreiko


Estudioso de la palabra y el pensamiento, nuestro escritor de hoy nos lleva a su mundo de elaborada fantasía en un coloquio que permitirá a nuestros lectores del género fantástico  conocer las raíces de su dedicación.
En la actualidad, ejerce como profesor de francés en un centro de enseñanza, destacándose por su apego al buen decir y la amenidad de sus exposiciones.
Nuestro autor se lanza con timidez y gran humildad a los intelectos de sus lectores ávidos de mundos y aventuras que mitigan los avatares cotidianos. No sólo lo hace a través de sus libros –de los que nos hablará él mismo- sino también a través de la publicación de diversos artículos periodísticos y su blog personal.


*¿Cómo fue su infancia? ¿Qué cosas lo atraían más? ¿Leía?
En los años sesenta, la vida de un niño de barrio de familia trabajadora transcurrió de forma tranquila, salvo por aquellas batallas que se saldaron con algún descalabro que otro. Aparte de jugar al fútbol, pringarnos de barro en días lluviosos, los chavales más inquietos y curiosos de entonces inventábamos nuestro ocio creando juguetes ante la escasez reinante. Recuerdo que con mi vecino, a los doce años, hicimos una radio con dos condensadores y un diodo en una cajetilla de cerillas, un auricular en un tubo de pastillas o un telégrafo de hilos para comunicarnos en morse en las largas y tediosas tardes de verano.
Recuerdo como si fuera ayer mis dos primeros libros que guardaba como tesoros únicos y leía con avidez: El último mohicano o Las Cruzadas fueron mis primeros viajes en el tiempo.
*Háblenos de su juventud, de sus estudios, de las cosas que más le gustaba hacer.
Para un chico de provincias, llegar al Madrid de los setenta fue abrir una puerta al gran mundo. En la Facultad de Filosofía y Letras hice amigos inolvidables, algunos de ellos llegarían posteriormente a ser famosos y protagonizarían la conocida movida madrileña como Santiago Auserón y su hermano Luis, creadores de Radio Futura. Por otra parte, mi especialidad en Historia Moderna y Contemporánea me permitió gracias a un amigo publicar lecciones en libros de Historia y Geografía para la editorial Santillana. Fue una época marcada por la lectura, la música y por las fiestas de juventud lejos del hogar paterno.
*¿Cuáles fueron sus lecturas preferidas en esa época? ¿Y ahora?
En los 70, inicié una época de dudas existenciales propias de un adolescente convulso e inquieto, me machacaba con lecturas tan amargas como las de Hesse, Kafka, Camus, Sartre y otros como Artaud, Deleuze, From o Freud. En Madrid, tuve contacto con la cultura anglosajona desde William Blake a Dylan Thomas y por supuesto con los americanos Kerouac, Ginsberg, Watts y Ferlinghetti entre otros.
Aunque soy un mal lector de poesía, lo último que ha pasado por mis manos es un poemario de Ray Bradbury y un librito de José Ángel Valente No amanece el cantor. Pero sin duda, las lecturas que más han influido en mi escritura son Ficciones El Aleph de Borges, los grandes maestros de la ciencia y la fantasía ficción tan clásicos como Clarke, Asimov, Heinlein, K. Dick, Simak, Vance o las magias elegantes de K. Le Guin o de Coelho, los europeos Santos, Andrevon y Lem y el imprescindible Tolkien por citar solo algunos, el cómic, en especial los héroes de la Marvel que devoraba con avidez en los años 70 y el cine de Ciencia Ficción y Fantasía desde Méliès hasta nuestros días. La última película de género que recuerdo con agrado es Pacific Rim de Guillermo del Toro.
*¿Cuándo  descubrió su vocación de escritor? ¿Viene genéticamente de familia?
Yo creo que el tedio de una España sumida en aquella dictadura zafia y triste fue lo que me impulsó a recrear mundos alternativos. Con catorce años y en plena guerra fría, escribí un breve guion premonitorio en el que rusos y americanos colaboraban juntos en una misión espacial de rescate, diez años antes de la caída del muro de Berlín.
En cuanto a su segunda pregunta, no sé si escribir es un ejercicio dictado por la genética. Mi madre escribía poemas en un cuadernito que aún conservo y su hermano, mi querido tío Juan Martín-Mora es autor de dos novelas de éxito.
*¿Cuándo comenzó formalmente a escribir? ¿Recuerda sus primeros pasos en este quehacer?
En 1979 publiqué Escenas del bosque y otros cuentos, un librito de cuentos que me animó a escribir con más determinación la siguiente obra Relatos de las siete esferas: once cuentos de ciencia ficción con sus correspondientes ilustraciones de autor que fue publicado por una editorial institucional. La buena acogida de este libro me llevó a su presentación formal en España, y en el extranjero tuve el honor de hacer otro tanto en el Instituto de Cultura Hispánica de Brasilia. Aunque el libro está descatalogado, aún se puede conseguir en librerías de Madrid como la de Gulliver o Las tres rosas amarillas y leer en bibliotecas públicas de España y el extranjero, como la del Instituto Cervantes de Nueva York. Por otro lado, la irrupción de internet me lanzó como a muchos otros escritores a publicar cuentos hacia el final de los años 90 en diferentes sitios web del fandom. Mi primera novela Sueñonauta la publiqué en Realidad Cero, la página del mejicano Gabriel Benítez. Posteriormente la obra viajó a la Biblioteca Nacional de Méjico. Al inicio de la década pasada, recibí una propuesta para publicar un par de cuentos en una colección de ciencia ficción que preparaba Eduardo J. Carletti para la editorial Colihue, desgraciadamente el proyecto, que yo sepa, no se llevó a cabo debido a las dificultades económicas por las que atravesaba la Argentina en aquellos momentos.
*¿Qué géneros aborda?
Aparte de las publicaciones profesionales que no procede aquí detallar, creo que mis libros tienen como denominador común la filosofía, la ciencia ficción y la narrativa fantástica. Muchos de los cuentos se desarrollan en un universo regido por la  mecánica aristotélica y las dos novelas son hijas de un único universo habitado por tres especies inteligentes: humanos, fractales y diadones. La aventura y la acción trepidante vertebran estas narraciones que en definitiva  constituyen una única space opera.
*¿Tiene preferencia por algunos temas en particular?
Los viajes espaciales, el choque de culturas como motor de historias y los sueños que profundizan en la naturaleza y perplejidad del ser humano constituyen la temática básica de los relatos.
*¿Cuántos libros ha escrito hasta ahora?
Como autor único, cinco, uno de ellos es una traducción francés-español  para la editorial Magisterio Español y en colaboración con otros autores cinco o seis. Mis trabajos a día de hoy han sido reseñados en dos enciclopedias y en una novela de Pepe Monteserín.
*Veo que hace periodismo entre otras cosas. Cuéntenos sobre ello.
En los 80 fui columnista en revistas como Mancha en la sección de televisión y firmé algún artículo de opinión en Bisagra. Después de una larguísima pausa interrumpida por reseñas de trabajos de observación astronómica en la revista catalana  Astrum y en el Instituto Geodésico e Hidrográfico de Tokio, pues soy astrónomo aficionado, reanudé mis intervenciones en prensa escrita y digital en 2010. La vuelta fue totalmente accidental. Tras visionar en 2009 la película Origen, titulada Inception en otros países, constaté que la película de Christopher Nolan presentaba al menos 21 elementos narrativos similares con mi novela registrada en 1993. Convencido de que Sueñonauta había sido una de las fuentes inspiradoras de la película junto a Paprika del japonés Yasutaka Tsutsui, pasé a informar de esta circunstancia en periódicos como La Vanguardia, Libération y Le Figaro. Por otra parte, la crisis económica en mi país me condujo a expresar mis opiniones en las secciones de Cartas al Director de los principales periódicos de mi país, El Mundo, El País, La Vanguardia…
*Como docente universitario –muy querido por cierto– ¿le pregunto qué significa para usted escribir?
Agradezco el comentario de “muy querido”. En cuanto a la docencia universitaria, tengo que decir que solo soy un humilde catedrático de francés de enseñanza secundaria, aunque bien es verdad que he trabajado para la universidad como miembro de tribunal y tutor de futuros profesores.
A su segunda pregunta, he de responder que escribir es sin duda para mí vivir los mundos que nadie me ofrecerá.

*¿Qué nos puede contar de su último libro que acaba de salir a las librerías con mucho éxito según me cuentan?
Es cierto que Las legiones de Morfeo ha iniciado su andadura con muy buen pie. Es ya su cuarto día en el TOP 100 de los libros de ciencia ficción más vendidos en Amazon, al menos es lo que asegura la fuente adquisitio.es. Espero que pueda superar pronto a Sueñonauta que lleva ya quince días en el top.
La nueva novela es la continuación de su predecesora Sueñonautasi bien ambas obras tienen desarrollos independientes y pueden por tanto ser leídas por separado. Las legiones de Morfeo es en cierto modo una epopeya protagonizada por dos exomineros, un robot de última generación llamado Eva y por legiones de sueñonautas que defenderán nuestra supervivencia frente a poderosos enemigos. La sueñonáutica se propone en la novela como vía de conocimiento del ser humano y un arma poderosa gracias a la tecnología del espíritu desarrollada por los hombres en un futuro muy lejano. He pretendido y ojalá lo haya conseguido que mi novela tenga un  ritmo fílmico para que el lector en la medida de lo posible sea también espectador. De hecho, siempre que escribo trato de visionar y estructurar la historia como lo haría, según mi entender, un director de cine.
*¿Qué siente cuando termina de escribir un libro y luego llegan a sus manos las pruebas de galera?
En general curiosidad y responsabilidad, más aún en las ocasiones en que he sido mi propio editor. Es realmente difícil corregir unas pruebas cuando el autor es a su vez editor. Creo que los autores tienden  a leerse mentalmente y yo al menos me he leído y releído muchas veces con absoluta desconfianza de mi función como corrector. Lo que sí he disfrutado es la realización de la portada y contraportada del libro.
*¿Qué opina de las editoriales en general?
Que siguen siendo necesarias para la difusión de la cultura, tanto como las librerías físicas. Aunque actualmente estas últimas experimenten dificultades para competir con gigantes como Amazon o Barnes and Noble, creo que sobrevivirán en sus parcelas de negocio si lo hacen bien.
*¿Y de la suya?
Mi editorial funciona en espacios físicos limitados por falta de una red profesional de distribución, aun así, estoy moderadamente satisfecho teniendo en cuenta los medios de que dispongo, pero estoy altamente complacido por la difusión y aceptación que mis dos últimos libros han tenido y tienen en la red, sobre todo en Amazon.
*Intimando un poco más ¿cómo es el lugar en que escribe?
Mi lugar está habitualmente allí donde se encuentra mi ordenador portátil y claro, con mis libros en lo posible cerca como poderoso fetiche inspirador. Cuando escribía a mano corregía tanto que llegaba a ser incomprensible, incluso para mí. La máquina de escribir fue un alivio aunque no definitivo y cuando dispuse de mi primer ordenador, dejé por fin atrás la pesadilla del borrón  y tachón.
*¿Necesita crear un ambiente especial con música, café y un cenicero humeante?
No fumo, el café me perjudica y no encuentro nada imprescindible para sentarme a escribir. En general prefiero el silencio para oírme sin interferencias.
*¿Qué opina del libro digital con respecto al impreso?
Amo el libro impreso. Aunque sea un tópico, me encanta tocarlo, olerlo, hojearlo y mirarlo en la estantería una vez leído o escrito. Últimamente he leído un libro digital y  he de decir que la experiencia ha sido también satisfactoria. De hecho, Sueñonauta también puede leerse en el dispositivo Kindle.
*Supongo que ya tiene otro proyecto entre manos. ¿Nos contaría algo sobre él?
Hace tiempo que lo inicié. Pretende ser la tercera entrega de la saga  Sueñonautas, pero no puedo avanzar gran cosa, hay demasiadas líneas abiertas. Por otra parte, trabajo con lentitud y no quiero matar una buena historia por precipitación.
*Si le pido definir cómo es su mundo ¿qué me diría?
Mi mundo literario lo define muy bien el título de mi conferencia en Brasilia:
La ficción, la más imaginativa realidad.
*Siempre termino mis reportajes solicitándole al entrevistado que se exprese sobre lo que quisiera decirnos y yo no haya preguntado.
Solamente agradecerle su entrevista y proponer a algún lector que desee saber algo más una visita al blog oficial Ángel Campos Martín-Mora. Relatos fantásticos y otros textos.
La agradecida soy yo y con seguridad los lectores. Sólo me resta desearle grandes éxitos.